El dióxido de titanio es el pigmento blanco más utilizado debido a su brillo y a su muy alto índice de refracción (n = 2,7), el TiO2 también es opacificante en forma de polvo, que se utiliza como pigmento para proporcionar blancura y opacidad a productos como pinturas, revestimientos, plásticos, papeles, tintas, alimentos, medicamentos (es decir, píldoras y comprimidos), así como a la mayoría de las pastas dentales.